El perdn en el matrimonio y las relaciones familiares

Publish date: 2024-08-10

Nota del editor: Esta es la segunda parte de una serie de tres sobre lo que dice la investigación acerca del perdón. Lea la primera parte aquí.

La paradoja de una relación tan cercana, como lo es el matrimonio, es que dos personas pueden tener sus más profundas necesidades afectivas satisfechas, pero a la vez, pueden sentirse heridas, traicionadas, agraviadas o defraudadas por la otra persona, dijo el psicólogo Frank Fincham.   

Fincham, que es un destacado experto en el tema del perdón dentro de las relaciones, participó de la Conferencia Marjorie Pay Hinckley 2013 (en inglés) de la Universidad Brigham Young donde ofreció un mensaje al que dio el título de “Hasta que la falta de perdón nos separe: El perdón en el matrimonio” (en inglés) en el cual se centró en la necesidad y en el proceso del perdón en el matrimonio.

“Compartimos con nuestra pareja íntima nuestras vulnerabilidades más profundas, y eso nos permite experimentar una mejoría de nuestro propio bienestar … pero también aumenta las posibilidades de que nos hieran”, dijo Fincham, director del Instituto de la Familia de la Universidad de Florida.

“No importa que tan maravillosa sea [nuestra] pareja, [debemos recordar que] no es perfecta. … [Nuestra] pareja [nos] herirá, y no sucederá solo una vez”, dijo. “El perdón debe ser algo que esté siempre [al alcance de la mano] en esa relación”.

Chelom Leavitt (en inglés), una profesora adjunta de la Escuela de Vida Familiar de BYU y donde se estudian las variables que dan como resultado relaciones más sanas, citó algunas de las investigaciones de Fincham en una reciente entrevista con Church News. Ella mencionó parte del mensaje que diera el experto en BYU sobre “el derecho justificado a la represalia” y le agregó la perspectiva que brinda el evangelio de Jesucristo.   

“Si vamos a tener una relación a largo plazo, nos vamos a herir el uno al otro muchas veces, sin intención”, dijo ella. “Dios sabe que el perdón es el bálsamo que ayudará a conservar esas relaciones, y lo que nos auxilia en esto es la Expiación de Jesucristo. Este es el poder que nos calma, que nos hace renunciar a ese derecho a la represalia, que nos convierte en lo que queremos ser y que nos lleva a tomar decisiones con más cuidado. …”

“Si quieren paz en su vida, si quieren sentir más gozo, si quieren tener una conexión más profunda con los demás, aprendan a perdonar”.

Dado que el presidente Russell M. Nelson ha puesto un gran énfasis en el perdón por parte de los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Church News habló con tres profesores de BYU quienes han estudiado la importancia del perdón en las relaciones cercanas como el patrimonio y la familia.  

Cómo es el perdón en una relación tan cercana como el matrimonio

Para Leavitt y su investigación, el perdón se define como “la reducción de los sentimientos negativos que tenemos con la finalidad de recuperar, posiblemente, los sentimientos positivos hacia la otra persona con quien se tiene esa relación”.

“Lo que sabemos es que el perdón está vinculado con la satisfacción y la estabilidad a nivel de la relación, incluso en lo sexual”, dijo ella. “Si nos sentimos heridos dentro de una relación, [uno] puede imaginarse que va a repercutir sobre todos los elementos [que forman parte de] la relación —sentiremos distanciamiento, falta de conexión, no tendremos deseo de estar con esa persona. Por lo tanto, también es importante para el bienestar de la relación”.

El perdón sucede en etapas, dijo Leavitt, haciendo referencia a la definición de Fincham de que “es un proceso y no un evento”.

En las relaciones románticas, como el matrimonio, donde la vulnerabilidad puede ocasionar heridas profundas, iniciar el proceso que lleva al perdón no quiere decir que se ha comenzado el proceso para reparar la relación, señaló Leavitt. “La investigación nos muestra que [perdonar] no significa necesariamente que se confía. Hay que reconstruir la confianza, y eso es algo muy distinto.     

“No le estoy sugiriendo a la gente que eche toda precaución por la borda y perdone a un abusador sin tener indicios claros de que ha cambiado de actitud… lo que sí digo es que, en nuestro día a día, [cuando se trata de] los golpes y magulladuras de la vida, el perdón es una herramienta esencial si realmente queremos tener paz”.

Algunas de las investigaciones de Leavitt se centran en la atención plena o mindfulness —esto es, de qué manera el estar presente en el momento tiene efectos positivos en las relaciones románticas. “Parte del mecanismo a través del cual esta actitud funciona es que perdonamos más y juzgamos menos, y [además,] estamos llenos de una mayor gratitud, por lo tanto, vemos lo positivo”, dijo ella.

“Cuando perdonamos, no estamos ignorando el daño; no estamos diciendo que este no haya ocurrido, sino que lo reconocemos. Lo miramos directamente a los ojos y decimos, ‘Sí, esto fue horrible’ …y si esta es una relación que se puede reparar, ‘voy a tratar de ver a mi pareja desde otra perspectiva’”.   

Leavitt explicó que la voluntad de perdonar predice si una relación se podrá reparar o no y citó un estudio de Johan Karremans (en inglés) un investigador del perdón en Holanda. Las personas pueden aumentar o desarrollar su disposición a perdonar, dijo. En el campo de la investigación esto suele llamarse “predisposición al perdón”.

En verdad, el proceso interior es la clave para el proceso interpersonal”, dijo Leavitt. “Primero tengo que autocontrolarme, y con eso empieza el perdón. Me ayuda a cambiar mi entorno interior para que después pueda cambiar mis interacciones con los demás. …

“El perdón es una práctica consciente”, continuó ella. “Se requiere esta habilidad para desacelerar mis pensamientos, para tener claro qué es lo que me hirió y, entonces, pasar intencionadamente por el proceso de ‘¿Cómo quiero reaccionar?’ y no ‘¿Cómo me siento obligado a responder?’ Esto es solamente una reacción”.    

“Desde el punto de vista del evangelio, el Salvador [es el puente sobre] esa brecha [entre una y otra reacción]. Me siento obligado a responder de esta manera, pero el Salvador me ayuda a hacerlo del modo que quiero y a ser mucho más intencionado y determinado”.    

Cómo la religión puede promover el perdón en las relaciones familiares

Loren Marks and David Dollahite (ambos en inglés) son profesores de la Escuela de Vida Familiar de BYU que llevan a cabo una investigación sobre los vínculos que existen entre la religión y la vida familiar. También son codirectores del American Families of Faith Project (en inglés), un proyecto sobre las familias norteamericanas que profesan una fe religiosa, para el cual entrevistaron cerca de 300 familias a lo largo de las últimas tres décadas.

En el libro titulado Religion and Families [Religión y Familias] (en inglés), que aborda la conexión académica entre la religión y la vida familiar, Marks y Dollahite señalaron los siguientes hallazgos en el capítulo destinado al perdón:

Aunque hay muchos estudios que demuestran el valor de la religión en las relaciones, dijo Dollahite, “Nuestro trabajo ha sido más profundo y se ha enfocado en los procesos —los porqués y los cómos. ¿Cómo funciona la religión? ¿Por qué la religión parece promover el perdón? ¿Cómo lo consigue?”

Marks y Dollahite son coautores de un trabajo de investigación publicado a principios de este año donde analizan las motivaciones y los procesos del perdón (en inglés) en una muestra étnica, económica y geográficamente diversa de 198 familias cristianas, musulmanas y judías altamente religiosas de los Estados Unidos. 

“Los participantes informaron que sus esfuerzos por perdonar estaban motivados por el deseo de armonía en sus relaciones [dentro de la pareja y entre padres e hijos], por sus creencias religiosas y espirituales y por su experiencia espiritual con el perdón divino”, afirma el estudio.

También descubrieron que las prácticas religiosas actuaban como un recurso para posibilitar el proceso del perdón y animaban a los participantes a perdonar constantemente. Por ejemplo, alguien podría sentir el deseo de perdonar al escuchar un sermón, cantar un himno u ofrecer una oración, dijo Dollahite.

Marks ofreció su punto de vista sobre los resultados: “Creo que como perdonar es tan difícil, la mayoría de nosotros necesitamos un agente catalizador. Sabemos que tenemos que [perdonar]. Sabemos que tenemos que pedir [perdón], pero necesitamos ese catalizador; y la religión nos proporciona una gran variedad de [estos elementos] que ponen en marcha el proceso”.

Los dos profesores de BYU también realizaron un estudio sobre la reconciliación dentro de una relación (en inglés) en el cual participaron las mismas familias cristianas, musulmanas y judías. Las creencias religiosas y espirituales influyeron en las motivaciones y en el proceso de la reconciliación.

¿Cómo es el proceso de reconciliación en la vida familiar? Según el estudio, “El proceso de reconciliación incluyó orar a Dios pidiendo ayuda (nivel espiritual); admitir los errores y asumir la responsabilidad (nivel personal); perdonar y ser perdonado (nivel relacional); esforzarse por resolver los problemas y repararlos (nivel práctico)”.

Se entrevistó a una mujer cristiana ortodoxa que explicó cómo orar, admitir los errores, perdonar y pensar antes de hablar se combinaban para ayudar a reducir los conflictos familiares y conyugales:

“Como ayuda para evitar o reducir los conflictos, ya sea en la familia o en el matrimonio, tenemos la oración incesante, un padre espiritual, el perdón frecuente y la confesión. Tener estas cosas es lo que nos mantiene unidos, a los hijos y los padres”, dijo. “Constantemente hablo con otros sobre lo que he hecho mal esta semana y los errores que han cometido mis hijos. [Pero] entonces, [Dios] me ayuda a buscar otras formas de ver las cosas. Ese es mi padre espiritual. … Además, el perdón de cada semana y la confesión, todas esas cosas combinadas; todo eso junto, creo, forma parte del paquete para mantener a Dios en el centro.

“Para esta madre”, dijo Dollahite, “el perdón no era simplemente algo ocasional, si algo era realmente malo, sino [que se trata d]el perdón frecuente y [también] el proceso de conversarlo juntos — ‘¿Cómo podemos llevarnos mejor? ¿Cómo podemos perdonarnos mutuamente?’”

Dollahite señaló que los Santos de los Últimos Días tienen “modos habituales y establecidos de reunirse e interactuar en torno a las cosas religiosas” en el hogar, como la noche de hogar, los concilios familiares, el estudio de las escrituras en familia y la oración familiar.

“Esta simple práctica de ‘Vamos a reunirnos con regularidad, vamos a acercarnos a Dios juntos, vamos a conversar juntos sobre cómo nos va’ … estos son un principio y un proceso increíblemente poderosos que encierran el potencial de [tener] un enorme valor relacional y religioso para las familias Santos de los Últimos Días”, dijo él. 

Más sobre la serie de investigación dedicada al perdón

Esta serie de artículos de Church News explora lo que han demostrado las investigaciones sobre el perdón, en vista del reciente énfasis que el presidente Russell M. Nelson ha puesto en el perdón. La serie incluye lo siguiente:

ncG1vNJzZmivp6x7tbTEnJ%2BuqpOdu6bD0meaqKVfmsBwuciepJuqn6h8c3yRbGZyZ2Nkf3SElHJucGhfmbJuvdSeZKaZnpq%2FonnEpWSpnaKZvK95yKedpa2pmnqmuoylmKxlopq5oq%2FIqKWeq12irrW%2ByKamp6GRobK0edhmnZqlmaG2or7ErA%3D%3D